El hipopótamo cantor
Érase una vez un hipopótamo que vivía en un río, junto a un gran árbol
solitario. Un día, anidó un pájaro en el árbol, y los cantos y el volar del
pájaro despertaron en el hipopótamo tanta envidia que no podía pensar en otra
cosa, lamentándose diariamente por ser un hipopótamo, a pesar de las palabras
del pájaro, que le contaba la suerte que tenía de ser tan grande y nadar tan
bien.
Finalmente se animó a salir del río dispuesto a subir al árbol,
encaramarse en una rama, y ponerse a cantar. Pero al intentar subir al árbol,
comprobó que no tenía alas, ni garras para trepar, ni podía saltar, y al ver
que no conseguía su objetivo, se lanzó rabioso a dar golpes al árbol, hasta que
lo derribó.
Entonces, triunfante, se puso sobre las hojas del suelo, y comenzó a
cantar. Pero los hipopótamos tampoco pueden cantar, así que de su boca salieron
horrorosos sonidos, y todos los animales acudieron a burlarse del hipopótamo
envidioso que cantaba posado en una rama de un árbol que estaba en el suelo.
Y pasó tanta vergüenza, que decidió no volver a lamentar ser hipopótamo,
y arrepentido por haber derribado el árbol, dedicó toda su fuerza a volver a
levantarlo, replantarlo y cuidarlo hasta que se recuperó totalmente.
Autor:
Pedro Pablo Sacristán
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